El Reino de España sufre del síndrome del “Chico malo”; cuanto más la
maltrata el bestia de su novio, más lo quiere y lo adora. De la misma manera,
cuanto más roban a España, cuanto más la explotan, cuanto más la engañan y
cuanto más le pegan (Sus antidisturbios son tan famosos en el mundo entero
como sus vinos de Rioja), más asiente, más obedece y más sumisa se vuelve,
y también más vota a esa organización de auténticos “gangsters” con nombre
de partido político y anagrama de pajarraco apestoso y desagradable que
siempre anda revolviendo en la basura maloliente. La “Trotona de Pontevedra”
(Ver Google…) se ha salido con la suya: A base de pucherazos técnicamente
legales y éticamente no tanto, ha conseguido, apoyándose también en una Ley
Electoral infame diseñada por un matemático belga para conseguir que las
tribus del recién independizado Congo no se matasen entre ellas, salirse con la
suya y volver a ser reelegido por una cuarta parte de los español@s con
derecho a voto. Es decir, que tres de cada cuatro españoles estarán ahora en
contra del nuevo Gobierno que ha salido elegido teóricamente por ellos
mismos. Esta paradoja sólo puede provocar tensiones internas derivadas de
tales y tan grandes contradicciones. ¿Será una casualidad que ese millón y
medio largo de español@s que se han tenido que largar del país porque no
tenían un padrino en esa organización mafiosa que los colocase en algún
puesto de la Administración del Estado o les proporcionase suculentos
negocietes a base de esquilmar corruptamente la riqueza del país, hayan
tenido tantas trabas para votar que solo lo hiciese la décima parte? ¡Qué
casualidad! (Casualidad convenientemente estudiada y sopesada por los
sociólogos a sueldo de esa banda de gangsters, que sabían que “La trotona”
no había sido recibida muy calurosamente por sus conciudadanos ni en París,
ni en Berlín, ni en el culo del mundo). Pero esa misma organización mafiosa,
que irremisible y fulminantemente debería ser automáticamente ilegalizada de
acuerdo a esa Ley de Partidos instaurada por ese falangista que proclamaba
que España iba bien… (pero sin decir hacia qué precipicio iba), después de
malvender entre sus coleguillas las empresas públicas, a cambio de que éstos
luego instaurasen las puertas giratorias para devolver los favores prestados y
proporcionar una dorada jubilación en algún Consejillo de Administración más
parecido a un paripé (Del caló “Negocio, fingimiento”).
Dejando aparte organizaciones mafiosas con pajarracos apestosos, tampoco se podrá esperar
demasiado del desde Felipe González sistémico Partido ¿Socialista? ¿Obrero?
Español, dirigido (¿Hacia dónde?) por un guaperas que cobraba 250.000€ cada
año en el Consejo de Administración de esa covacha donde se han enterrado
23 mil millones de euros (¡Nuestros!) con Rodrigo El Rata como máximo gurú
de las finanzas (De sus propias finanzas, claro), pero que a pesar de cobrar
ese pastón durante cuatro años, ni se enteró de nada, ni pudo hacer nada, es
decir, como cobraba tanto, firmaba todo lo que El Rata le ponía delante de sus
narices sin leerlo ni mucho menos cuestionarlo. A lo mejor (o a lo peor) la
explicación es que cobraba tanto pastón durante cuatro años seguidos,
precisamente para eso, para no enterarse de nada y para no hacer nada. Pero
otro día, si es que nos dejan seguir largando, cosa que ya empezamos a dudar,
nos preguntaremos cómo haría para cerrar las heridas de esa Guerra Incivil
que sufrieron nuestros abuelos, el mismísimo nieto del “Carnicero de Zafra”
(volver a ver en Google…), un psicópata sanguinario y fascista que dejó
sembradas de cadáveres de rojos, masones e impíos y desafectos las cunetas
de la carretera que comunica Sevilla con Badajoz… ¡Disfrutad del verano! ¡Que
por lo menos todavía ni es ilegal, ni han prohibido ni amordazado esa actividad
recreativa, ni le han impuesto descabellados impuestos (Nunca mejor dicho).
¡Feliz verano a tod@s! (O a casi tod@s…)
Tony O´Hara ©