Un asesinato brillantemente ejecutado en una mansión victoriana o en la encantadora campiña inglesa es algo tan típicamente británico como el té de la tarde, los taxis londinenses o el conducir por la izquierda. La polémica sobre si la primera novela “criminal” se puede atribuir a Wilkie Collins, intimo amigo de Charles Dickens, y no a Poe, es antigua y probablemente banal ya que la enorme repercusión posterior de escritores como Conan Doyle, Agatha Christie o P.D.James han dejado claro que no hay mejor crimen que un buen crimen inglés.
Las series de televisión están de moda y millones de espectadores en todo el mundo han seguido y siguen con devoción el devenir de personajes que quedarán en la memoria colectiva por muchos años construidos a base de brillantes guiones, excelentes interpretaciones y presupuestos abultados. Tony Soprano, Don Drapper, Sherlock , la pléyade de aspirantes a ocupar el Trono de Hierro, los polis de Baltimore en The Wire o los sufridos habitantes de Nueva Orleans en Treme nos han atrapado frente a las pantallas durante años conformando una contemporánea galería de perpetuas.
Desgraciadamente a nuestro país, tan convulso últimamente entre abdicaciones, coronaciones, elecciones, imputaciones y sobre todo que no hay una pela, no han llegado algunas de las mejores muestras del maravilloso fenómeno al que me refería al principio, el “glamuroso” crimen Made in Britain. Repasemos, pues, algunas de las mejores series de televisión, obviando la magnífica Sherlock, que se adentran en este tema casi siempre con una envidiable puesta en escena y certeras interpretaciones.
VERA comenzó a emitirse en el 2011 y acabará su cuarta temporada la semana que viene en la cadena ITV. Asistimos a las andanzas de la inspectora Vera Stanhope interpretada por la maravillosa Brenda Blethyn (El jardín de la alegría, Secretos y mentiras) y su joven sargento en los bellos parajes de la región de North Cumbria. El personaje de la madura y astuta inspectora nace de la pluma de la veterana novelista Ann Cleeves y sus enrevesados casos han sido llevados a la pantalla en capítulos autoconclusivos de hora y media de duración. Una verdadera delicia.
SHETLAND consta por el momento de dos temporadas, la segunda finalizada recientemente, y tiene en común con la anterior el ser fruto de la misma pluma, Ann Cleeves. En esta ocasión el inspector Jimmy Perez interpretado por un magnífico Douglas Henshall vuelve a las islas que le vieron nacer haciéndose cargo de la comisaria de la isla principal. El agreste paisaje se torna en un personaje más y el magnífico trabajo de Henshall, cargado de humanidad y coraje, hace el resto.
HAPPY VALLEY finalizó hace escasos días congregando a más de seis millones de espectadores que siguieron angustiados el periplo de Catherine, sargento de la Policía Local de un pueblo de Yorkshire que se enfrenta a una dramática situación personal a la vez que tiene que resolver un secuestro que le tocará muy de cerca. La serie, producida para la BBC one obtuvo numerosas críticas por la crudeza de algunas escenas. El trabajo de Sarah Lancashire probablemente le hará alcanzar un Bafta , premio que ya consiguió el pasado año por su intervención en la entrañable The Last Tango in Halifax.
WHITECHAPEL, solo el nombre del distrito londinense famoso gracias a las andanzas del célebre Jack el destripador nos remite a las más puras esencias del crimen victoriano. En este caso un nuevo inspector jefe pijo y paranoico (Rupert Penry-Jones) se hace cargo de la contemporánea comisaria de Whitechapel donde con la ayuda de un veterano sargento (Phil Davies) y un modesto escritor que se gana la vida guiando turistas por las callejuelas del siniestro barrio (Steve Pemberton) se enfrentarán a la aparición de un imitador de, como no, Jack. Este es el argumento de la primera temporada de Whichapel que gracias a un notable éxito de audiencia se vio prorrogada por la cadena ITV en tres ocasiones contando ya con cuatro temporadas.
HINTERLAND nos traslada a Aberystwyth en Gales, un pequeño lugar aislado a donde llega destinado el brillante y atormentado inspector Tom Mathias procedente de Londres huyendo de su pasado. La serie tiene la particularidad de estar rodada en inglés y gaélico lo que hizo de su emisión un auténtico acontecimiento en el País de Gales seguido por una audiencia millonaria. Se espera la segunda temporada.
BROADCHURCH comienza con la muerte de un niño de once años en una pequeña ciudad costera de Dorset y la trama se centra en cómo afecta ese trágico suceso a la pequeña comunidad mientras transcurre una azarosa investigación. El popularísimo David Tennant (Dr.Who) da vida al inspector Alec Hardy destinado en la villa después un fracaso policial en la resolución de su anterior caso y la magnífica Olivia Colman encarna a una sargento de la policía local a la que unen fuertes lazos de amistad con la familia de la víctima. La serie estaba concebida como una única temporada pero después del gran éxito de audiencia y de crítica obtenido será ampliada a una segunda y a un remake ya rodado en USA con el propio Tennant repitiendo papel protagonista. Una curiosidad, al actor o actriz que resulta ser el asesino o asesina, se le ocultó el desenlace durante toda la filmación hasta que llegó el momento de rodar el desenlace.
Después de esta primera enumeración de magníficos crímenes británicos me voy a tomar un té con el sin par Shelock Holmes en la mente. Pero el Holmes de nuestro Enrique Jardiel Poncela que, cuando ya asesinados todos los habitantes de una mansión aislada se dirige a su ayudante con estas palabras: “ la muerte del lord y el mayordomo, únicos supervivientes, me demuestran que el asesino soy yo, y nadie más que yo. Hay que someterse a la fuerza de la lógica y la deducción, por muy espantosas que estas sean. Voy a entregarme a la policía.” Elemental.
Jose Tribeca