|
|||||
|
|||||
|
El GPS: una estafa a los músicos y a la Seguridad Social
Van ya ocho años que el INAEM y la famélica Federación Coordinadora del Circuito de Músicas Populares “impulsan” el GPS conocido como Girando por salas, “un Circuito de Músicas Populares concebido para la promoción de las músicas actuales, facilitar a los artistas emergentes un circuito de conciertos y salas más allá de su propia comunidad autónoma y potenciar a la música en directo” como reza en su sitio web y como han demostrado los años, un peligro más allá de la pura palabrería.
Quienes dicen que son
Ya sabemos lo que es el INAEM. La federación está constituida, según un breve apunte de la Plataforma i/C, por “las asociaciones profesionales: ACCES, APM, ARC, ARTE, MUSICAT, PROMUSICAE y UFI” Es decir; salas de conciertos, promotores de música, representantes artísticos catalanes y del resto de España, músicos catalanes y productores fonográficos “multinacionales” e “independientes”.
En la misma página del mencionado sitio web, y a continuación, queda bien claro que el GPS está “patrocinado por el Instituto de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM) y coordinado por la Federación Coordinadora del Circuito de Músicas Populares”. Que es otra manera de decir que el Ministerio de Cultura pone el dinero y la patronal y los músicos catalanes lo gastan.
Queda claro, por otro lado, que no se trata de una federación y sí de una confederación pues agrupa asociaciones profesionales de diferente naturaleza que actúan en el mismo sector. La despreocupación por las formas, incluso en el origen del mismo nombre que utilizan, descubre junto a la ausencia absoluta de cualquier otra actividad, cual es el auténtico objetivo de la naturaleza de esta federación: maquillar el gasto público.
Quienes, también son, pero no lo dicen
Otras organizaciones vinculadas al GPS desde el mismo acto de apareamiento del circuito allá por 2010 en las oficinas de ARTE, fueron las cooperativas MUSICAT y Grupo Mus 21 y la entidad de gestión colectiva AIE que financió un ambicioso plan de implantación de cooperativas de músicos, el PNL, concebido y dirigido por la hoy extinta federación de autores y compositores, músicos y artistas ROAIM.
La estafa
La estafa del GPS consiste en utilizar dinero público para fomentar que es el trabajador el responsable de la gestión del alta en la Seguridad Social y no el empleador. Sí, claro, la actividad laboral de los músicos está regulada en el Régimen General de Artistas y el músico es un trabajador por cuenta ajena.
La estafa es que los responsables del INAEM, los medios de comunicación, músicos, profesionales y público hagan creer y crean que existe un circuito real de músicas populares mantenido por salas de conciertos, lo cual es radicalmente falso pues lo mantienen los propios músicos y artistas.
Girando por salas, estafa a la Seguridad Social y a los músicos
Y la estafa es, también, que anualmente esas salas reciban un regalo en forma de ¿600.000 euros? (en 2010 y 2011 fue de 1.000.000 millón cada año) como premio por realizar una actividad que es una auténtica metástasis para el tejido social y laboral de los músicos .
La estafa, la más cruel, es aquella en la que el patrón, disfrazado de agente cultural, desmonta cualquier vocación profesional del trabajador, aniquilando sus derechos laborales a cambio de su ilusión.
La Unión de Sindicatos @FrentePop, la esperanza blanca
Surgida al aliento del movimiento 15M e impulsada por el sector de gráficas de la CNT, la Unión de Sindicatos de Músicos, Intérpretes y Compositoras del Estado Español @FrentePop planta cara al GPS. Este sindicato, de espíritu asambleario recorre todo el tejido estructural de la creación y de la industria de contenidos. Y no deja agente sin cabeza, ni problema sin airear.
Es un balón de oxígeno para el artrósico line up system de las salas, los festivales, las editoriales, las discográficas o las entidades de gestión, pero también marcas comerciales, ayuntamientos y, como veremos, hasta para el Ministerio de Cultura.
El pasado 27 de junio @FrentePop aseguraba que las bases de GPS “no cumplen la legalidad” ya que el promotor tiene que asumir el alta en el Régimen especial de artistas, cosa que no hace.
De hecho, las enrevesadas bases del GPS lo único que asumen es que el promotor no sea otro más que el músico y es ahí donde aparecen las tristemente conocidas cooperativas de trabajo asociado de músicos MUSICAT y GRUPO MUS 21, cuyo empecinado y mortífero funcionamiento ha descargado al empresario, las salas, de cualquier responsabilidad en las altas en la Seguridad Social y, lo que es inadmisible: de mantener ninguna relación laboral con los artistas y músicos.
Eduardo Fernández Palomares, Subdirector General de Música y Danza del INAEM
Los representantes de este sindicato, muy activo en RRSS desde donde increpan sin descanso a propios y extraños, se manifiestan “sorprendidos” al mismo tiempo que establecen en un comunicado publicado el 5 de julio cual es la actitud de los representantes del GPS con Eduardo Fernández Palomares, Subdirector General de Música y Danza – INAEM a la cabeza, incluido: la de desviar balones.
El INAEM debe reflexionar y parar la institucionalización de este cáncer. Ocho años son ya demasiados.
El autor de esta entrada dirigió la Red de Organizaciones de Autores e Intèrpretes de Música (ROAIM) entre 2004 y 2011 y el Plan de Normalización Laboral (PNL). Coordinó la fundación y desarrollo de las cooperativas Grupo Mus 21 y UMCA- Facturas de Músicos. Fue Vocal del Consejo Estatal de las Artes Escénicas y de la Música (2009-2010) y participó en la mesa de creación de la Federación Coordinadora del Circuito de Músicas Populares (2009) y del GPS.