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lunes, 8 de junio de 2009

AC/DC. ESTADIO VICENTE CALDERÓN. 5/6/2009*********************

AC/DC: GRANDIOSOS
CLASIFICACIÓN
****Vete a primera fila y al acabar secuestra a la banda y llévatela a tu casa.
*** Vete a primera fila y al día siguiente compra todos los conciertos en DVD.
** Quédate por el medio y al acabar descarga algún vídeo de los conciertos.
* Clávate en la barra del bar del concierto y mázate a copas
Aforo: 60.000 personas, según datos de los seguratas, que tendrán razón, digo yo. En cualquier caso, petado.
Teloneros: Lilith y the Answer
Repertorio:
Rock ‘N Roll Train
Hell Ain’t A Bad Place To Be
Back In Black
Big Jack
Dirty Deeds Done Dirt Cheap
Shot Down In Flames
Thunderstruck
Black Ice
The Jack
Hells Bells
Shoot To Thrill
War Machine
Dog Eat Dog
Anything Goes
You Shook Me All Night Long
TNT
Whole Lotta Rosie
Let There Be Rock
Highway To Hell
For Those About To Rock (We Salute You)
Como se podrá observar, el número de estrellas se sale de la clasificación. Eso lo dice todo. Pero, como dijo Jack el Destripador, vayamos por partes.
La entrada al Calderón se hizo de forma paulatina, por suerte, no tuvimos que hacer cola para entrar. Aún recuerdo la entrada para ver a los Rolling, una hora esperando a 38 grados a la sombra, el que tenía la suerte de estar a la sombra, claro…
Los primeros teloneros fueron los Lilith, en mi opinión bastante malos, no sólo por cómo lo hacían sino también por lo mal que sonaban. Tocaron hasta las 20.30 y por aquel entonces el estadio estaba de esta guisa:
A continuación tocaron los The Answer, que sonaron bastante mejor, aunque imitaban descaradamente a los Led Zeppelin. Su cantante era un clon de Robert Plant, chillidos incluidos, pero calentaron el ambiente:
Y, por fin, sólo con diez minutos de retraso sobre el horario previsto (los Rolling suelen retrasarse hora y media), y con 60.000 espectadores en el estadio, aparecieron ellos. La producción de vídeo, espectacular. El concierto empezó con un vídeo tipo manga, con los AC/DC en dibujos animados rodeados de tías buenas en un tren, un tren que cada vez iba más rápido, hasta que de repente se le oyó chocar, todo el escenario se llenó de humo y ¡chan! la máquina del tren apareció en el escenario físicamente. Abrieron, como no podía ser de otra manera, con Rock and roll train, de su último disco Black Ice.
No hubo sorpresas en el repertorio, que fue el mismo que han llevado hasta ahora en su gira europea y que se puede resumir de la forma siguiente: temas del nuevo disco, temas de la época de Bon Scott y temas de su álbum estrella, el segundo más vendido de la historia de la música después del Thriller de Michael Jackson: Back in black.
A continuación hicieron Hell ain´t a bad place to be y Angus empezó a entrar en trance. Iba exquisitamente vestido de uniforme colegial de terciopelo verde, con corbata a rayas amarillas y verdes y gorra verde de fieltro. El siguiente tema fue Back in Black y ya empezó el delirio de la peña que, por cierto, no se sabe ni una sola letra, lo cual no me extraña teniendo que cantar en falsete, dificilísimo. Siguieron con su tema estrella del último disco, Big Jack.
El primer momento de flipe total llegó con el riff inicial de Thunderstruck, Angus movía ya el cuello como si no formase parte de su cuerpo e hizo su famoso paso. El escenario tenía una pasarela por la que los dos top models de la noche, Angus Young y Brian Johnson, se pasearon a gusto. Continuaron con Black Ice, el tema que da título al último disco y a continuación, The Jack, y ahí saqué yo mi air guitar para deleitarme con el blues. Angus aprovechó este tema para hacer su famoso strip tease. Tuve miedo de que llevara los calzoncillos con la bandera española, pues en sus conciertos en el extranjero deleita al respetable con su trasero embutido en unos gayumbos con la bandera del país en cuestión, pero no: llevaba unos boxers negros con el anagrama de AC/DC. Por cierto, que para ser enano y tener cincuenta y muchos tiene un cuerpazo de escándalo, menudos abdominales, para mí los quisiera.
Cuando aún nos estábamos recuperando de la visión del trasero de Angus, Brian Johnson se colgó de la enorme campana del escenario para entonar Hells Bells. Para entonces, hasta las liendres de las cucarachas de la utillería del estadio estaban entregadas a los demoníacos. Los momentos de delirio se repitieron con You shook me all night long y con la simpática Who lotta Rosie y con la muñeca hinchable alusiva de pechos enormes que cabalgaba sobre la máquina del tren. Entonces, llegó el momentazo. Fue durante Let there be rock. Nosotros estábamos junto a la torre de sonido, al lado de los seguratas, que se ponían de rollo con nosotros porque estaban aburridos como ostras. Los oímos hablar entre ellos y decía uno: “si pasa por aquí hazte a un lado para dejarle sitio”. Empecé a barruntar que quizá se referían a Angus. Bueno, no pasó por allí, pero la torre de sonido era en realidad una plataforma a la que Angus se subió para hacer un solo de 7 minutos, asomándose desde los cuatro puntos cardinales. Juro por lo más sagrado que me cayeron en la cara gotas de su sudor. Si llega a chocarme la mano no me la volvería a lavar en mi vida. Qué pena que las fotos salieran tan mal.
Tocaron de regalo Highway to hell y For those about to rock. Para esta última, según su costumbre, sacaron seis cañones al escenario y los hicieron explotar, por supuesto. Como fin de fiesta, fuegos artificiales.
Bueno, vayamos a la parte técnica: tocaron muy bien. Yo tenía miedo a cómo estaría de voz Brian Johnson, pero aguantó bien el tirón excepto en Shoot to thrill, que tuvo que usar el tono bajo. Angus estuvo impecable, navegó por todo el mástil sin despeinarse (es un decir). Las cinco pantallas de vídeo nos permitieron ver su técnica con la pentatónica. En Thunderstruck y Let there be rock usó sólo la distorsión y la mano izquierda, llegando incluso a ponerse la guitarra sobre la cabeza para tocar. Todo eso son chorradas, por supuesto. El pequeñín toca como los ángeles, o, más bien, como los diablillos, y disfruta enormemente haciéndolo. Los demás estuvieron correctos y hasta oímos cantar al troll Malcom en varios momentos de la actuación. Y además de tocar bien, sonaron bien y se vieron bien. Un lujo asiático. Si hubiese podido, habría ido a verlos otra vez a Barcelona dos días después. Dije que no quería morirme sin ver a AC/DC en directo; ahora digo que no quiero morirme sin verlos dos veces. ERES GRANDE, PEQUEÑÍN… REALMENTE LO ERES.
ana3nov14
Ana Vázquez Villareal.